Refiérese al mundo financiero, se pronuncia “selle” y se computa en dólares. Dícese de la plataforma de pago en línea que facilita las compras nacionales o importadas todas ellas siempre más caras que en Dubái, porque Venezuela es chévere, única e irrepetible. El Zelle se puso de moda entre bodegones, fiestas VIP y demás lugares de compra chic, pero es tan popular que hasta el carrito por puesto más silvestre recibe sus pulcros dólares.